La música no sólo se oye, también se siente. Escuchar nuestra canción favorita puede desencadenar sentimientos alegres o tristes y transportarnos a momentos concretos de nuestras vidas. Sin embargo, las experiencias de las personas con sinestesia son aún más inmersivas y auténticas.
Sigue leyendo para saber más sobre la sinestesia, el vínculo entre la música y la psicología, y cómo convierte la música en colores vivos en la mente. También aprenderás qué es la teoría del color en la música y cómo puede mejorar la experiencia musical de tu público objetivo.
Explorando la intersección entre música y color
La psicología musical, o psicología de la música, estudia cómo experimentamos la música desde que la creamos como artistas hasta que respondemos a ella como oyentes.
El vínculo entre la psicología humana y la música es muy fuerte. La música tiene un profundo efecto en nosotros: puede levantar nuestro estado de ánimo, agudizar nuestra concentración e incluso aliviar nuestro dolor. La música libera dopamina y provoca respuestas emocionales intensas, incluso en personas con trastornos cognitivos.
de nosotros tenemos sinestesia. Los sinestésicos ven la música en colores y formas cambiantes. Muchos de los que ven el color en la música lo describen como una proyección externa, como un vívido espectáculo de luces.
La relación entre la música y el color es diferente para otros sinestésicos. Experimentan el fenómeno como si estuviera en su «ojo de la mente» o como una sensación de qué colores van con determinados sonidos.
Entendiendo la sinestesia y la música
La sinestesia consiste en que un sentido activa automáticamente otro. Algunos sinestésicos «perciben» sabores cuando leen ciertas palabras, mientras que otros ven formas o colores cuando oyen nombres concretos.
Si tienes sinestesia música-color, también conocida como cromestesia, puede que veas colores cuando oigas:
- Notas musicales
- Voces
- Ruidos de fondo
La experiencia de la sinestesia varía de una persona a otra.
Mientras que una persona puede ver ciertos colores en una nota de violín, por ejemplo, otra puede notar colores o patrones totalmente diferentes.
La emoción, el tempo y el timbre de los sonidos influyen en lo que percibe un sinestésico. Para algunos, no se trata sólo de colores, sino también de formas, texturas e incluso paisajes en movimiento.
Teoría del color en la música
Aunque no tengas sinestesia, es posible que notes algunas conexiones entre la música y las cualidades visuales.
Por ejemplo, puede que los sonidos más agudos te parezcan más ligeros, mientras que los más graves te traigan a la mente sensaciones más oscuras. Es probable que estas asociaciones provengan de tus experiencias, como el hecho de que los objetos grandes tienden a producir sonidos más profundos que los pequeños.
Sin embargo, a diferencia de los sinestésicos, estas conexiones no son automáticas ni constantes.
El impacto emocional de la música de colores
Las investigaciones demuestran que somos más propensos a reaccionar ante la música interpretada por músicos humanos que ante composiciones planas y mecánicas reproducidas por ordenador. Esto puede deberse al color que los seres humanos, como compositores o intérpretes, añaden a la música.
La música con color es rica, vibrante y variada. Los músicos pueden añadir más color experimentando creativamente con los ocho elementos principales de la expresión musical, que son:
- Dinámica: Cambios de volumen e intensidad que añaden profundidad y contraste.
- Forma: La disposición de una canción: estrofas, estribillos y puentes.
- Armonía: Notas diferentes y complementarias tocadas al mismo tiempo o muy juntas para crear acordes y progresiones que aportan riqueza.
- Melodía: La melodía o secuencia de notas más memorable de una pieza musical
- Ritmo: El flujo y el pulso de la música en sus tiempos, sincronización y tempo.
- Textura: Cómo interactúan entre sí las distintas capas de sonido.
- Timbre: Los diferentes tonos de la misma nota de un cantante y de diferentes instrumentos
- Tonalidad: La tonalidad o escala en la que se toca una canción puede determinar si es alegre, triste o sensiblera.
La música rica en estos elementos evoca emociones fuertes en las personas porque involucra sus sentidos de muchas maneras. Este efecto es mucho más pronunciado y multisensorial en los sinestésicos.
Casos prácticos de sinestesia en músicos
Muchos músicos famosos tienen sinestesia. Algunos ejemplos de quienes la utilizan como herramienta única en su proceso creativo son:
- Pharrell Williams ve colores cuando escucha música. Utiliza esta retroalimentación visual para guiar la composición de sus canciones, haciendo coincidir las melodías con los colores que percibe.
- Billie Eilish utiliza estas sensaciones visuales que experimenta para dar forma al estado de ánimo de sus canciones y a su producción.
- Lorde experimenta los colores al escuchar música y utiliza estas señales visuales para componer y arreglar sus canciones. Ella describe el proceso como «ver la canción» antes de que esté completamente formada.
- Stevie Wonder afirma que la sinestesia le permite «ver» la música como colores y formas, lo que influye en su enfoque de la melodía y la armonía.
Mejorar la experiencia musical a través del color
Puedes utilizar el color para mejorar la experiencia musical en tus producciones y proyectos.
Por ejemplo, las agencias pueden utilizar el color para que coincida con el tono emocional de la música en los anuncios de sus clientes.
El tráiler de una película optimista y alegre puede promocionarse con canciones pop bailables, pegadizas y de tonalidad aguda. Para amplificar esa energía alegre, utiliza colores vibrantes como el turquesa, el naranja y el amarillo brillante en todo el tráiler para atraer al público y crear una mayor conexión emocional.
Los creadores de juegos que utilicen una banda sonora hard-rock en un shooter en primera persona podrían sincronizar los efectos visuales con la energía agresiva de la música para aumentar la tensión.
A medida que aumenta el peligro para el héroe, se pueden utilizar efectos de iluminación dinámicos y llamativos, como destellos rojos y naranjas, para provocar la respuesta del jugador y poner de relieve la escalada de tensión, de modo que el jugador se sienta más vinculado a la escena.
Los cineastas pueden combinar la banda sonora de un documental histórico con efectos visuales en tonos sepia o los colores terrosos y apagados de las películas de principios del siglo XX para transportar al espectador a esa época y aumentar la inmersión y el interés.
El futuro de las experiencias musicales multisensoriales
La aparición de la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) y su capacidad para combinar a la perfección elementos visuales y sonoros puede llevar al público a un mundo en el que la música se ve, se oye y se siente a su alrededor.
Imagínate asistir a un concierto en tiempo real, donde los colores y los efectos visuales cambian dinámicamente con la música, reflejando las emociones y los tonos de cada canción, casi reflejando la experiencia de los sinestésicos.
Cantantes y grupos siguen utilizando deslumbrantes juegos de luces y pantallas multimedia para aumentar el impacto emocional y crear experiencias inolvidables. Piensa en las increíbles actuaciones de U2, Coldplay y Beyonce.